lunes, 9 de mayo de 2011

¿Qué es la diabetes infantil?


Diabetes mellitus tipo I o también conocida como diabetes juvenil o diabetes mellitus insulino dependiente.

El término Diabetes procedente del griego viene a decir "orinar mucho", y es que la principal característica de esta enfermedad es la abundancia en la cantidad de orina miccionada.

Así mismo le acompaña el término Mellitus que significa "miel", pues este tipo de diabetes (a diferencia de la insípida) presenta la eliminación de una gran cantidad de glucosa por la orina, confiriéndole un sabor dulce.

Por último, la expresión juvenil, tipo 1 o insulinodependiente son apellidos que se le incorporan para diferenciarla de otros tipos o resaltar alguna de sus características, ejemplo. Insulinodependiente indica que el paciente debe inyectarse insulina, juvenil refleja que la edad habitual en la que se desarrolla es la juventud o infancia.

La diabetes interfiere con la asimilación metabólica de alimentos, especialmente hidratos de carbono (glucosa). El cuerpo necesita insulina, una hormona producida en el páncreas, para convertir en energía la glucosa (el principal azúcar de la sangre) y otros alimentos. En las personas con diabetes tipo 1 (conocida como diabetes juvenil o insulinodependiente) el páncreas deja de producir insulina; como resultado, la glucosa se acumula en la sangre y daña los vasos sanguíneos, los nervios y algunos órganos.



Causas, Signos y Síntomas.


Una combinación de factores puede causar la diabetes. Primero, debe existir una predisposición genética. Si esto sucede, se cree que un virus o algún tipo de trauma desencadenan una respuesta inmunológica en la cual el cuerpo destruye las células productoras de insulina.

Los principales síntomas son:

  •     Mucha sed (polidipsia)
  •     Exceso de orina (poliuria)
  •     Rápida pérdida de peso
  •     Fatiga y debilidad
  •     Irritabilidad
  •     Náusea y vómito
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    Tratamiento

    El tratamiento puede ser de muy diversos tipos y en diferentes dosis por lo que debe ser indicado por el médico, especialmente el endocrinólogo, y controlado y seguido por éste.


    Los principales cuidados que deben tener presentes son:

    • Ser estricto con las indicaciones del doctor. 
    • Realizar un tratamiento adecuado. 
    • Tomar una dieta equilibrada y adecuada para cada paciente.
    • Realizar Ejercicio. 
    • Evitar bebidas dulces o alcohólicas.

    Recomendaciones para un niño diabético.

    Para que la enfermedad esté bien controlada por la familia, es necesario que el niño se haga responsable en su cuidado. En la escuela, el niño diabético debe ser tratado de igual manera que los demás niños. Se puede quedar a comer, desde cuando conozca y se responsabilice por su dieta. Padres y profesores deben estrechar su relación en este sentido.

    Es importante que el niño con diabetes no se siente “especial” ni se mantenga al margen, ni utilice la diabetes como excusa para no hacer lo que tiene que hacer. Deben aprender a tomar decisiones cada día sobre su estado de salud, la comida, la inyección de insulina, la dosis a tomar, etc.



     


    Diabetes Infantil y Adolescente: ¿Cómo afrontan la enfermedad?


    Niños preescolares (1 – 5 años): A esta temprana edad los niños no comprenden la enfermedad por lo tanto, creen que lo que les esta ocurriendo es algo pasajero, son capaces de asimilarla.

    Niños escolares (6 – 10 años): En esta etapa los niños se acostumbran más rápido al tratamiento y por ende son más activos en el mismo. Es común de que estén tristes o enojados por la enfermedad, pero pasa pronto.

    Adolescentes: La enfermedad se transforma en un problema muy difícil de manejar. Esto los lleva a ir de la independencia a la dependencia y viceversa de una manera casi infantil. Es el periodo de transición en que van de niños a adultos y necesitan encontrar su identidad y la enfermedad no les ayuda en ello; se tornan inestables.

    Cómo prevenir la diabetes infantil en los niños , Signos y síntomas de una dosis insuficientes o excesivas de insulina

    Se puede prevenir esta enfermedad a partir del nacimiento de los niños. La prevención puede empezar con la lactancia materna, evitando así la alimentación artificial, rica en azúcares innecesarios durante esta fase.

    Para evitar la obesidad infantil y, también la diabetes, es necesario que los niños disfruten de una alimentación saludable así como de actividades físicas, evitando que lleven una vida sedentaria, permaneciendo mucho tiempo delante de la televisión, el ordenador o los videojuegos.

    Los niños necesitan una dieta rica en fibras y pobre en azúcar. Lo ideal sería disminuir la ingesta de azúcares de absorción rápida como el azúcar refinado, moreno, cristal y de miel, y sustituirlos por los azúcares que ya existen en las pastas y frutas.




     Signos y síntomas de una dosis insuficientes o excesivas de insulina

     
    Es bueno mantener ciertas precauciones:

    Dosis insuficientes o excesivas de insulina pueden causar complicaciones. Todo diabético que toma insulina tiene que saber reconocer las señales indicadoras de una sobredosis:

    •     Cosquilleo en la boca, las manos y otras partes del cuerpo
    •     Frío, sudor y palidez
    •     Fatiga o desmayo
    •     Dolor de cabeza
    •     Hambre
    •     Dolor abdominal
    •     Latidos acelerados y temblores
    •     Deterioro de la visión
    •     Irritación o cambios en el comportamiento
    •     Somnolencia
    •     Despertarse repentinamente

    Si se presentan algunos de estos síntomas, es necesario comer algo dulce, como un terrón de azúcar, miel, caramelos o jugos. Consulte al doctor inmediatamente y no se aplique más insulina.

    Riesgos de los niños y bebés diabéticos


    Cuando a glucosa aumenta, los niños sienten más sed. Cuando disminuye, los niños sienten temblores, sudoración fría, taquicardia, y falta de respuesta a los estímulos. Esta variación, en algunos casos, puede llevar al niño al coma.

    La diabetes disminuye la capacidad del organismo para combatir infecciones y cicatrizar heridas, por lo cual las infecciones duran más tiempo y las heridas tarden en sanar. Los diabéticos tienen más probabilidades de tener problemas con los pies, enfermedades del corazón y los riñones, y un tipo de enfermedad de las encías que puede ocasionar pérdida dental. La diabetes también puede producir ceguera si no es tratada.

    ¿Qué cantidad de insulina liberamos?


    La cantidad de insulina liberada depende mucho de la cantidad de azúcar que se ingiere. Si consumimos más alimentos ricos en carbohidratos (papas, azúcar, pasta, arroz, galletas, etc.), estaremos exigiendo al páncreas a trabajar mucho más que lo normal. Cuando los niveles de azúcar (o glucosa) que circulan por la sangre, presentan un aumento importante, hablamos de índice de glucemia.